martes, 11 de septiembre de 2007

lunes, 10 de septiembre de 2007

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LA PAZ VERDADERA

Bajo la apariencia de una vida tranquila y estable, muchas son las personas que viven un tormento interno. Sus vidas son un infierno. Los psicólogos siguen fracasando en la búsqueda de la paz verdadera para sus clientes. El índice de gente que toma tranquilizantes y de suicidios va en incremento. Todos los esfuerzos del hombre para una paz verdadera y permanente son inútiles. Jesucristo vino para dar paz verdadera al corazón del hombre. Al leer los evangelios, podemos constatar como endemoniados, cojos, ciegos, mudos, etc.. fueron sanados, a otros les dijo: “ tus pecados te son perdonados...” Mt 9:2.
El libro a los hechos de los apóstoles relata en el cap16, la detención injusta de Pablo y de Silas.” Después de haberles azotado mucho, los echaron a la cárcel...pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían” Hch 16:23-25.
Teniendo en cuenta que la injusticia del imperio romano imperaba, les esperaba la muerte con mucha seguridad. Pero ellos estaban tranquilos, tenían paz, confianza en Dios. Por eso cantaban tan fuerte que los demás presos los oían.
Ningún familiar, ni amigo, ni psicólogo vino a darles ánimo. Su fe en Dios les mantenía en verdadera paz.
Dios sabe que sufrimos hasta la locura por causa del pecado y que nada podemos hacer por nosotros mismos. Por ello Dios ofreció a su Hijo, para morir por nuestros pecados y para darnos vida eterna después de la muerte. Pero antes el nos da paz verdadera en nuestro corazón, cuando por fe en Él, le pedimos el perdón de nuestros pecados.
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” Juan 14:27.
Si quieres la paz verdadera acércate con fe a Dios y arrepiéntete de tus pecados. Él te dará una paz que hasta ahora no has conocido.

BIENVENIDO

Querido Lector,

Bienvenido a la página de Paz. Deseamos que no solamente interactue en este blog sino que también encuentre la Paz verdadera.

Un saludo cordial

Francisco